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Protege tus oídos de los molestos resfriados otoñales

Aunque la temperatura es aún agradable, el otoño suele ser una estación propicia para los resfriados. Y con el catarro y los mocos llegan también los problemas auditivos, pues el oído y la nariz están comunicados por las trompas de Eustaquio. Eso explica que cuando nos resfriamos, la mucosidad pasa por este conducto y se acumula en el oído medio, que es el que se localiza detrás del tímpano, generando esa sensación de taponamiento de los oídos. Ese bloqueo puede originar además una infección y convertirse en otitis. La prevención vuelve a ser en este caso la mejor aliada para evitar o minimizar este problema tan común y tan molesto.

Aunque los catarros no distinguen por sexo, sí que suelen ser más recurrentes en niños y niñas. De hecho, de la vulnerabilidad de los más pequeños habla el hecho de que suelen tener entre seis o siete procesos catarrales cada invierno, especialmente los que acuden a guarderías. Y muchos de ellos acaban acompañando su resfriado con una otitis media. Aunque el catarro simple se puede tratar sin antibióticos a partir de limpiezas nasales con suero, aspiración del moco y la ingesta de antitérmicos y analgésicos, la otitis sí que puede requerir un tratamiento específico durante 10 o 15 días. No obstante, se recomienda esperar un día o dos por si la inflamación remite, y con ella el dolor.

Teniendo en cuenta que los resfriados son la puerta de entrada de la otitis media, la prevención vuelve a ser la mejor aliada. Y no por evidente, el mejor consejo y más importante es abrigarse bien con chaquetas y, cuando arrecie el frío, con gorros, bufandas u orejeras. En el caso de los niños se recomienda realizar lavados nasales para despejar esta vía, que es la encargada de calentar y humedecer el aire frío en invierno.

La higiene también es clave para prevenir problemas en el oído. En este sentido se recomienda el uso de difusores de agua marina. Y, por supuesto, hay que descartar el uso de bastoncillos u otro objetos.

Aunque ya no sea verano, la práctica de la natación en piscinas climatizadas y cubiertas aconseja prevenir también la aparición de la otitis externa, igual de molesta que la que aparece con los catarros pero que tiene un tratamiento diferente. Para evitar su aparición, el mejor consejo sigue siendo secarse bien los oídos después del baño y utilizar protectores auditivos mientras estemos en el agua.

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