Qué es la migraña vestibular y cómo tratarla

La migraña vestibular es una migraña asociada al vértigo que afecta a 1% de la población en general y que no siempre tiene un fácil diagnóstico. Los síntomas son cefaleas y sensación de pérdida de equilibrio. En el siguiente post os damos más detalles sobre qué es la migraña vestibular y cómo tratarla.

La migraña vestibular es una de las afecciones más comunes relacionadas con el sistema vestibular, compuesto por partes del oído interno y del cerebro y que se encarga, entre otras funciones, del control del equilibrio. En este caso, a los vértigos que causa esta patología, se le suelen unir dolores intensos de cabeza. De hecho, La combinación y la interrelación de ambos síntomas es lo que más a menudo determina el diagnóstico de esta migraña.

A las cefaleas y la sensación pérdida de equilibrio se le pueden unir otros síntomas como la fotofobia (intolerancia anormal a la luz), la fonofobia (miedo irracional a sonidos concretos) o la aura visual (alteraciones visuales en forma de visión borrosa, destellos de luz o puntos ciegos). También se han registrado casos de coexistencia de este tipo de migraña con la enfermedad de Ménière.

La migraña vestibular se considera la segunda causa más frecuente de vértigo recurrente, tras el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), y la primera causa de vértigo recurrente espontáneo.

Causas de la migraña vestibular

Los especialistas destacan que hay diversos desencadenantes de una migraña vestibular. Por una parte, tendríamos la infección de oído y los trastornos del sueño. También los cambios alimenticios en personas predispuestas pueden influir, siendo el queso o el chocolate ingestas a evitar según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SORL-CCC). Variaciones del tiempo y la tensión premenstrual también se apuntan como posibles factores.

Tratamiento de la migraña vestibular

Cómo señalábamos en el inicio del post, el diagnóstico de la migraña vestibular puede ser complejo debido a la diversidad de síntomas y la posible confusión con otras patologías. Una vez confirmado el trastorno, el tratamiento suele apoyarse en fármacos betabloqueantes, benzodiacepinas y antimigrañosos, así como vasodilatadores como los antagonistas del calcio. El abordaje de este tipo de cefalea pueden acompañarse además de cambios de hábito, como por ejemplo el abandono del alcohol y técnicas de meditación para la mejora del estrés emocional y para conciliar el sueño.

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