Descubre qué medicamentos pueden causar o empeorar los acúfenos, cómo identificarlos y qué precauciones tomar.
Los acúfenos o tinnitus son una percepción de zumbidos, pitidos u otros sonidos en los oídos sin que haya una fuente externa que los provoque. Aunque existen diversas causas asociadas, algunos medicamentos pueden provocar acúfenos como efecto secundario, ya sea de forma temporal o, en algunos casos, permanente.
Para entender mejor esta relación, es fundamental conocer el concepto de ototoxicidad.
La ototoxicidad se refiere al daño que algunos medicamentos pueden causar en el oído interno. No solo afecta a fármacos específicos para tratar ciertas enfermedades, sino que también puede darse con medicamentos comunes y de venta libre, como algunos antiinflamatorios o diuréticos.
Este daño puede ser temporal o, en algunos casos, permanente. Además, no todas las personas tienen la misma susceptibilidad a este efecto. Por ejemplo, quienes padecen pérdida auditiva neurosensorial tienen un riesgo mayor de experimentar ototoxicidad.
El motivo de esta afectación radica en que algunos medicamentos no se absorben completamente en el sistema digestivo y llegan al oído interno, donde pueden afectar y destruir células clave para la audición.
Más allá del medicamento en sí, existen varias circunstancias que pueden elevar el riesgo de sufrir daño auditivo debido a la ototoxicidad:
El doctor Juan Royo, especialista en salud auditiva de la comunidad Viviendo el Sonido, ha elaborado una lista de fármacos que pueden producir o empeorar el tinnitus. Entre ellos se encuentran medicamentos de uso común, lo que hace aún más importante conocer sus posibles efectos ototóxicos:
Ácido acetilsalicílico (Aspirina), especialmente cuando se toma en dosis altas y durante periodos prolongados.
AINEs (Antiinflamatorios No Esteroides), como Ibuprofeno o Diclofenaco, muy utilizados para tratar el dolor y la inflamación.
Antidepresivos se han asociado a empeoramientos del tinnitus como Prozac (fluoxetina), Lexapro (escitalopram), Zoloft (sertralina), amitriptilina, doxepina y otros tricíclicos.
Diuréticos, comúnmente utilizados para tratar enfermedades cardíacas o renales, también pueden tener efectos negativos sobre la audición.
Medicamentos como la estreptomicina o la gentamicina, aunque muy eficaces para tratar infecciones graves, son conocidos por su toxicidad auditiva.
Ciertos medicamentos utilizados en tratamientos contra el cáncer también pueden dañar el oído interno.
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El uso de medicamentos ototóxicos no siempre puede evitarse, ya que en muchas ocasiones son necesarios para tratar afecciones graves. No obstante, el doctor Royo aconseja que los pacientes informen a su médico si padecen acúfenos, para que este pueda:
La comunicación con el profesional médico es clave, ya que muchas veces los efectos ototóxicos son reversibles si se detectan a tiempo y se suspende el medicamento.
Por el momento, no existe un tratamiento farmacológico que cure los acúfenos. En casos donde los pitidos o zumbidos son causados por una enfermedad subyacente (como infecciones de oído o problemas vasculares), tratar dicha condición puede aliviar los síntomas. Sin embargo, en la mayoría de los casos el tinnitus es crónico.
El tratamiento más eficaz actualmente es la Terapia Integral del Tinnitus, una intervención multidisciplinaria que ha demostrado una efectividad del 84% en pacientes. Este enfoque combina técnicas psicológicas, sonoterapia, reentrenamiento auditivo y educación sobre el tinnitus para mejorar significativamente la calidad de vida.