A vece, aunque oímos las palabras y los sonidos a nuestro alrededor, no conseguimos distinguirlos con claridad. En otras palabras, no conseguimos descifrarlos. Si también te sucede a ti, es probable que sufras de hipoacusia para secuencias específicas, enfermedad del oído que te impide entender y oír correctamente los sonidos que te rodean.
Por pérdida de discriminación se entiende tener dificultades para percibir los sonidos relacionados con una banda de frecuencias específica: estos sonidos se oyen con dificultades y en consecuencia cuesta entender el habla. Las palabras se oyen, pero no se entienden. Para establecer el grado de afectación, se pueden realizar dos tipos de pruebas:
La pérdida de la discriminación o hipoacusia de las altas y bajas frecuencias afecta a personas de todas las edades, no a una franja específica de la población. Incluso puede afectar también los niños.
El oído de quien sufre una pérdida de discriminación no percibe algunos sonidos relacionados con las palabras, dificultando la distinción del habla y los sonidos de las conversaciones. Las señales más comunes de la pérdida de la discriminación son:
Todos estos síntomas se detectan con facilidad en situaciones cotidianas, como, por ejemplo, la dificultad para seguir la conversación cuando estamos disfrutando de una comida con los amigos o la necesidad de que nos repitan las cosas con mucha frecuencia.
La dificultad creciente para entender las conversaciones, relacionada con la pérdida de discriminación, puede llevar a una sensación de aislamiento social y, en algunos casos, a epidodios depresivos. Este problema de audición está relacionado con el avance de la edad y actualmente no puede curarse totalmente. En un primer momento se producen dificultades en la percepción de sonidos de alta frecuencia, como las voces de los niños o el trino de los pájaros. Después, cuando empeora esta situación, tampoco se pueden distinguir los sonidos de baja frecuencia, como las voces masculinas o los bajos de la música. Si quieres saber más, sigue leyendo este artículo. Y si crees que padeces este problema, puedes reservar un control gratuito del oído.
Las causas de la pérdida de discriminación, o hipoacusia a bajas o altas frecuencias, son diversas:
En ocasiones la hipoacusia a altas o bajas frecuencias está relacionada con la genética y con algunos síndromes, como el de Ménière, que comportan también la aparición de una sensación de vértigo y acúfenos.
La pérdida de la discriminación es diferente de la simple pérdida auditiva en el primer caso, solo se advierten algunos sonidos, mientras que en una simple hipoacusia los sonidos se perciben de manera muy leve o no se oyen para nada.
Se puede efectuar un seguimiento de estos son tres aspectos para saber de manera precoz la pérdida de discriminación:
No hay tratamientos ni soluciones definitivas para tratar la pérdida de discriminación: es un proceso irreversible, ya que las partes del oído que se deterioran a lo largo del tiempo no pueden regenerarse. Sin embargo, se puede intentar prevenir el problema y hacer rehabilitación gracias a los audífonos, que tienen un papel importante en el tratamiento de la hipoacusia. De hecho, estos dispositivos pueden ayudar a que se vuelvan a oír algunas frecuencias; también filtran los ruidos de fondo, facilitando la comprensión de los sonidos y de las palabras.
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