Los audífonos son aparatos no invasivos que no requieren ningún tipo de intervención. Se pueden poner y quitar según se desee. El audífono notifica y amplifica el sonido y es capaz de cambiarlo para mejorar la comunicación.
Un implante coclear es un aparato electrónico que requiere una intervención quirúrgica para su aplicación. Su objetivo es usar un multielectrodo terminal ubicado en el interior de la cóclea que estimula directamente el nervio acústico y permite percibir los sonidos.
El implante coclear es adecuado para todas las personas que obtienen pocas ventajas con los audífonos. Más concretamente, se aconseja el implante coclear a:
Los audífonos están indicados en su gran mayoría para las personas que padecen hipoacusia y no tienen dañado el sísema nervioso. Por lo tanto, están indicados para todas las personas que no sufren hipoacusia profunda y que no presentan lesiones en el oído interno o daños en la cóclea.
Cuando el implante se instala solo en un oído, se habla de implante coclear monolateral; si son dos, se trata de implante coclear bilateral. En ambos casos, la decisión se toma teniendo en cuenta si la hipoacusia es monolateral o bilateral y considerando con atención las necesidades diarias del paciente.
Para algunas personas, puede ser ideal la solución bimodal, que comporta tener tanto un audífono como un implante coclear. A menudo este tipo de soluciones permite entender lo que se habla en lugares con ruido y saber con mayor seguridad de dónde procede el sonido.
Existen diferentes tipos de implantes cocleares adecuados para pacientes con diferentes tipos de pérdida auditiva.
Los implantes auditivos más comunes son:
Muchos deportes acuáticos no presentan riesgos ya que es posible bañarse con un implante coclear. Hoy en día, existen accesorios de silicona para la gran mayoría procesadores que protegen del agua para poder realizar actividades acuáticas.
En cuanto al vuelo, se pueden tomar aviones, pero es mejor no hacerlo en caso de fuerte obstrucción nasal (resfriado, rinitis, sinusitis, etc..).