
La cóclea forma parte del oído interno que traduce la información acústica en impulsos nerviosos que el cerebro humano puede entender, permitiendo de esta manera que se perciban los sonidos. La cóclea tiene una estructura hueca en forma de espiral. Si se daña, la cóclea puede perder de manera permanente sus funciones y la persona que ha sufrido este daño desarrolla un tipo de sordera que se llama hipoacusia neurosensorial.
Partamos de la definición de cóclea, palabra que deriva del griego antiguo "kōhlias" que significa espiral. De hecho, a la cóclea se la conoce también como el caracol por su forma característica. Se trata de una estructura que, junto al aparato vestibular, forma el laberinto membranoso. La cóclea tiene una función muy importante, ya que traduce la información acústica en impulso nervioso a través del órgano de Corti, una estructura que se encuentra en el interior de la rampa coclear.
Hablemos ahora de la cóclea desde el punto de vista de su anatomía. La cóclea tiene una estructura hueca en forma de espiral y está formada por tres tubos diversos enrollados, llamados rampa vestibular, rampa coclear o media y rampa timpánica La rampa vestibular es la parte superior de la cóclea; en su interior se encuentra la perilinfa, un fluido extracelular fundamental para la percepción de los sonidos. La rampa coclear es la parte situada en medio y en su interior se encuentran dos elementos muy importantes para la percepción de los sonidos: el órgano de Corti y la endolinfa. Por su parte, la rampa timpánica es la parte inferior de la cóclea y en su interior circula siempre la perilinfa.
La cóclea del oído tiene una importante función, esto es, transformar la información acústica en un impulso nervioso, de manera que el cerebro pueda interpretarla. La cóclea comienza a realizar su trabajo cuando es estimulada por las ondas sonoras que crean el desplazamiento de la perilinfa contenida en la rampa vestibular y en la rampa timpánica. Con esta acción, la perilinfa puede mover la membrana del órgano de Corti. Así, la información acústica se transforma en un impulso nervioso que se envía al cerebro a través del nervio coclear.
En caso de una anomalías o de patologías de la cóclea se pueden producir problemas de audicion. La cóclea puede sufrir daños, por ejemplo, a nivel de las células ciliadas que forman el órgano de Corti. También el uso de algunos fármacos, como la neomicina, puede tener efectos negativos en la cóclea. Además, existen malformaciones congénitas del oído interno que pueden causar verdaderos problemas de sordera. Veamos cuáles son las anomalías y las patologías de la cóclea.
Algunas personas pueden sufrir una incapacidad, parcial o total, de percibir un sonido en uno o en los dos oídos. Este problema se llama hipoacusia y puede ser genético o desarrollarse con el paso de los años o después de enfermedades o traumas. Hay síntomas que permiten reconocer la pérdida auditiva, como la percepción de sonidos amortiguados, dificultades para entender las palabras en lugares con ruido, pero también notar vértigo y un zumbido en los oídos.
Para resolver los problemas relacionados con la pérdida de audicion, los implantes cocleares son una solución válida. Un implante coclear es un dispositivo electrónico muy avanzado que puede captar los sonidos presentes en el ambiente y convertirlos en impulsos eléctricos que se envían directamente al nervio acústico. Estos implantes se colocan tanto en niños como en personas adultas con una intervención quirúrgica.