Gracias a sus reducidas dimensiones, los audífonos invisibles son cada vez más populares. Colocados en la parte interna del conducto auditivo, combinan de forma perfecta eficacia y discreción. Como en todos los dispositivos tecnológicos, en el momento de la compra debemos plantearnos algunos aspectos.
En este artículo consideraremos las ventajas y los inconvenientes de estos dispositivos, así como las posibles dificultades que se pueden producir durante el uso.
Los audífonos invisibles son dispositivos compactos, diseñados para ser prácticamente imperceptibles cuando se llevan. Su función es mejorar la calidad del sonido. Hechos a medida para adaptarse perfectamente al canal auditivo del usuario, estos dispositivos se dividen en dos partes: el micrófono y el receptor.
El micrófono captura los sonidos a nuestro alrededor. Por su parte, el receptor los amplifica y transmite al oído interno. El dispositivo incorpora además procesadores digitales avanzados que permiten ajustar de forma muy precisa el sonido. Algunos modelos incluyen también funciones adicionales, como la reducción del ruido y la conexión inalámbrica. A pesar de las dimensiones reducidas, los audífonos invisibles ofrecen una experiencia auditiva ininterrumpida y personalizada.
Las ventajas que ofrecen los audífonos invisibles los convierten en una interesante opción para quien busca una solución discreta y cómoda. Dado que se colocan en el interior del conducto auditivo, son casi invisibles, una característica muy apreciada para quien busca un audífono eficaz y potente que no se vea.
Además, al estar cerca del tímpano, la calidad del sonido es excelente y mejora sustancialmente la percepción espacial de los ambientes auditivos.
Muchos modelos incluyen también funciones avanzadas, como la conexión inalámbrica y la reducción del ruido. Gracias a ello, es más fácil adaptar el aparato a las necesidades auditivas del usuario.
Uno de los principales desafíos de estos dispositivos son sus dimensiones compactas. La batería tiene además una capacidad limitada y es necesario sustituirla o cargarla con relativa frecuencia.
También podrían suponer un inconveniente la conexión limitada y la ausencia de controles externos, sobre todo para las personas con problemas motores o visuales. Y por otra parte, dado que es fácil que entren en contacto con la cera y la humedad presentes en el conducto auditivo, el proceso de mantenimiento y limpieza se debe realizar con atención y con una mayor precisión.
Diversos factores afectan de forma significativa al precio de estos dispositivos:
Elegir unos audífonos invisibles diseñados a medida acostumbra a ser más caro que optar por un modelo tradicional. También influye en el precio los ajustes personalizados, la conexión inalámbrica, la reducción del ruido y otras funciones avanzadas.
Los audífonos invisibles están especialmente indicados para personas con pérdidas auditivas de leves a moderadas. Quien presenta una pérdida auditiva grave podría no beneficiarse plenamente de estos dispositivos, ya que la capacidad de amplificar el sonido es menor debido a la ubicación en la parte profunda del conducto auditivo.
Asimismo, dado que la forma y las dimensiones de este varían, no todo el mundo puede utilizar este tipo de dispositivo. Para conocer cuál es el audífono más adecuado para nuestras necesidades, es conveniente consultar siempre con un audiólogo, quien nos podrá recomendar el modelo más adecuado para nuestras necesidades.
La mayor parte de los audífonos duran, de media, entre 3 y 7 años. Su vida útil depende de varios factores, como:
También es importante tener en cuenta que la tecnología y las prestaciones acostumbran a mejorar con el tiempo. Por ello, el usuario podría plantearse actualizar el audífono para disfrutar de nuevas funciones o mejoras. Otro factor importante a tener en cuenta es la duración de la batería. Dependiendo del uso, las dimensiones del dispositivo y las funciones avanzadas que incorpore, como por ejemplo la conectividad inalámbrica, las pilas de los audífonos invisibles pueden durar entre una y dos semanas. Para alargar al máximo este intervalo, es conveniente respetar las instrucciones de mantenimiento ofrecidas por el fabricante, evitar la exposición a la humedad y a sustancias corrosivas, así como planificar controles con una cierta frecuencia con el audioprotesista.