Hoy se celebra el Día Internacional del Implante Coclear en conmemoración del 64 aniversario de la implantación del primer IC llevada al éxito por los doctores franceses Djourno y Eyres en 1957. 

Al ser un día especial, queremos intentar mostrar todas aquellas consecuencias positivas a nivel emocional y personal que perciben las personas que llevan este dispositivo. También queremos transmitir como el IC les ha cambiado la vida y cómo este sistema de ayuda auditiva supone un giro muy positivo en la vida emocional para las personas, aportando una inyección de autoestima y confianza.

Para ello hemos hablado con Nuria Amela y con Miguel Barroso. 

Nuria tiene actualmente 59 años y es regidora del ayuntamiento de Calatayud. Hace unos años tuvo que abandonar la docencia por los problemas auditivos y después de recibir el implante, se adentró en el cargo que ocupa ahora. 

Miguel tiene 58 años y es administrativo y gestor de producciones, tareas a las que tuvo que adaptarse debido a la pérdida auditiva, ya que antes se dedicaba a la parte técnica y operativa de los espectáculos.

¿Qué ha cambiado de la persona que había en ti antes del implante y la de ahora? ¿Te ha ayudado a nivel emocional?

Nuria: Siempre he sido una persona positiva y he intentado acomodarme a la situación que me tocaba vivir buscando alternativas que me hicieran soportable la falta de audición, que me dificultaba comunicarme de forma fluida. Así que la lectura, el deporte y la fotografía, son mis grandes aficiones. Pero sin duda, el IC  abrió mi vida social y familiar y ha permitido recuperar experiencias que daba por finalizadas, como escuchar música, asistir a eventos culturales, reuniones sociales y familiares... En definitiva, el IC me permitió recuperar una vida normal.

Miguel: Con los audífonos, a pesar de suponer una ayuda, estaba bastante limitado, ya que cuando se llega a unos niveles de pérdida importantes se hace difícil desarrollar una vida mínimamente “normal”. El implante ha mejorado los niveles de relación social, poder realizar mi trabajo con más soltura y sobre todo poder hacer cosas con mayor seguridad y autoestima.

¿En su vida diaria, qué punto destacaría en el que le ha ayudado más el implante?¿Cómo ha cambiado su vida con el implante?

N: Actualmente el IC, me permite estar en situaciones auditivas que eran imposibles hace tres años, como por ejemplo, una simple llamada telefónica. De hecho tengo reuniones a diario sin mayor problema que la vocalización del hablante, algo que considero que no es problema mío. En definitiva, en septiembre de 2021 cumpliré tres añitos desde que me implantaron el IC y mi vida auditiva no tiene nada que ver con ese 2018 pre-implante.

M: La respuesta es sencilla: sin implante mejor no salir de casa y dentro de ella no relacionarte con nadie, ni ver televisión ni oír música, ni teléfono. De hecho, aunque sigo llevando audífono en el oído derecho, sin el implante estoy muy limitado para poder realizar las actividades que he mencionado. Así que con el implante puedes hacer una vida bastante normal, aunque siguen existiendo limitaciones. Pero sobre todo te da libertad, confianza y autoestima.

¿Qué consejos le darías a una persona que está indecisa o que acaba de recurrir al implante coclear?

N: A las personas indecisas, les diría que no se lo piensen ni un segundo. Son todo ventajas desde el momento en que te implantan hasta el momento que te conectan y de ahí  mejorando cada día. Además, debo decir que la cirugía no es muy dolorosa y te permite ir a tu domicilio en 24 ó 48 horas, incluso hacer vida normal desde el primer momento. Aunque obviamente, la audición se recupera con un buen entrenamiento y constancia diaria, pero es muy gratificante.

M: Puedo asegurar que sí, que vale la pena llevar el implante. El primer consejo es PACIENCIA y el segundo, perseverancia. Hay que hacer un esfuerzo por aprender a oír y todo lo que se haga en ese sentido es beneficioso y ayuda a que el proceso sea más rápido.