El examen por vía ósea consiste en enviar al paciente t
onos puros a través de un vibrador colocado en la
mastoides, el hueso que está detrás del
pabellón auricular y conectado al audiómetro.
A través del audiómetro, el audiometrista envía al paciente
sonidos puros, separados para cada oído, a través de los auriculares. Se transmite al paciente un sonido en cada ocasión, comenzando por un volumen nulo y subiéndolo progresivamente hasta que el sonido no es percibido por el paciente.
La
frecuencia representa el número de vibraciones por segundo de una onda sonora y su unidad de medida es el hercio (HZ): cuanto más alto es este número, más alta es la frecuencia del tono.
En cambio, los
decibelios permiten medir el nivel sonoro. Los decibelios no son un valor fijo, como, por ejemplo, los metros, sino que dependen del contexto en que se miden. Por ejemplo, una conversación normal mide 60 dB, un concierto de rock 120 dB, un jet 140 dB.