Aprende más sobre las emisiones otoacústicas y su importancia en la práctica de otorrinolaringología, así como sobre los diferentes tipos de pruebas existentes y cómo el examen juega un papel fundamental en los niños pequeños y los bebés. Si crees que tu audición está limitada, aprovecha los servicios de prueba gratuitos de GAES visitando una de nuestras clínicas cercanas.
Las señales sonoras de baja intensidad emitidas desde la cóclea fueron observadas por primera vez en la década de 1940, pero no se midieron hasta finales de la década de 1970, cuando se inventaron micrófonos capaces de detectarlas. Las emisiones otoacústicas son señales sonoras de baja intensidad emitidas espontáneamente desde la cóclea o en respuesta a un estímulo acústico.
La presencia de emisiones otoacústicas (EOA) en el oído contribuye a la comprensión de varios aspectos relacionados con el estado de la audición. En primer lugar, las EOA indican que la transmisión del sonido en el oído está funcionando correctamente. En segundo lugar, verifican que las células ciliadas están funcionando normalmente, lo que confirma la sensibilidad auditiva adecuada.
Las emisiones otoacústicas (EOA) se pueden utilizar para diagnosticar la pérdida de audición debido a daños neurosensoriales, ya que estos se originan en la cóclea. Las pruebas de EOA también identifican trastornos que interfieren con el paso del sonido a lo largo del trayecto desde el tímpano hasta los oídos internos.
Las emisiones otoacústicas son producidas por la cóclea sin ninguna estimulación acústica del entorno. Estas pruebas se utilizan principalmente en pacientes que no pueden participar activamente en la prueba, bien por estar inconscientes o porque no cooperan. La ventaja de estas emisiones es que proporcionan un resultado objetivo.
Las pruebas de emisiones otoacústicas son más comunes entre los pacientes pediátricos, debido a su carácter menos invasivo. Estos exámenes pueden proporcionar retroalimentación instantánea y confiable sobre la salud de la cóclea del niño, lo que resulta útil para tomar decisiones informadas.
Estas emisiones son provocadas por estímulos acústicos. Existen diversos factores que pueden influir en la emisión del sonido, y estas respuestas se pueden clasificar según sus características.
Si un oído no pasa la primera prueba de emisiones otoacústicas (OAE), se realizará una segunda prueba dentro de dos semanas.
Si el resultado de la segunda prueba OAE también es 'refer', el niño deberá ser evaluado por un especialista. El especialista determinará si hay un problema en el oído externo o medio (como una obstrucción, acumulación de líquido o anormalidades estructurales) que esté afectando la precisión de la prueba de OAE. Si es necesario, se indicará tratamiento o un monitoreo continuo del oído.
Si el médico concluye que no hay nada que obstruya una correcta evaluación, se llevará a cabo una prueba de audición adicional para valorar la capacidad auditiva del niño. Siempre que sea posible, un audiólogo pediátrico profundizará en el diagnóstico clínico.