Descubre la relación entre ansiedad, acúfenos y tinnitus pulsátil y qué remedios pueden ayudar, incluso en casos de TAG.
En muchos casos, la ansiedad puede ser un factor clave en el desarrollo o intensificación del tinnitus. El estrés y la tensión emocional pueden desencadenar o empeorar los síntomas de los acúfenos, creando una sensación de incomodidad constante que aumenta aún más esa ansiedad, formando así un ciclo difícil de romper. En este artículo, exploraremos cómo este trastorno mental puede ser una causa subyacente del tinnitus y cómo ambos factores se interrelacionan.
El tinnitus (también conocido como acúfenos) es una condición médica que se caracteriza por la percepción de sonidos en los oídos o en la cabeza sin una fuente externa que los origine. Estos sonidos pueden variar en tono y pueden ser descritos como zumbidos, pitidos, silbidos, clics o rugidos. Muchas personas con tinnitus experimentan dificultades para dormir, concentrarse o relajarse debido a ese sonido constante. Esta situación llevar a una sensación de fatiga, irritabilidad y, en algunos casos, a trastornos emocionales como ansiedad o depresión.
Los pitidos en los oídos, también conocidos como acúfenos o tinnitus, pueden estar estrechamente relacionados con la ansiedad y el estrés. Cuando el cuerpo experimenta ansiedad, el sistema nervioso entra en un estado de alerta, lo que puede aumentar la percepción de sonidos internos como zumbidos o pitidos. Además, la tensión muscular y la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, pueden afectar el sistema auditivo y agravar el tinnitus. Este fenómeno acaba creando un círculo vicioso: la ansiedad intensifica los acúfenos, y estos, a su vez, generan más ansiedad, dificultando la concentración, el sueño y la calidad de vida. Por ello, abordar tanto este trastorno mental como el tinnitus de manera conjunta es clave para reducir su impacto en la calidad de vida de los afectados y afectadas.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es un trastorno mental que se expresa a través de una preocupación y ansiedad excesiva y persistente sobre diversas situaciones de la vida diaria, incluso cuando no hay una razón real para ello. Las personas con TAG suelen sentirse constantemente inquietas, tensas y con dificultad para relajarse, lo que puede afectar a su bienestar físico y emocional.
La relación entre el TAG y el tinnitus es bidireccional, pudiendo uno agravar al otro:
El zumbido en los oídos (tinnitus) y el mareo pueden estar estrechamente relacionados con la ansiedad debido a la forma en que el estrés afecta al sistema nervioso. Cuando una persona experimenta ansiedad intensa, su cuerpo entra en un estado de hipervigilancia, pudiendo percibir más intensamente sonidos internos, como los pitidos o zumbidos en los oídos. Además, la tensión muscular acumulada en el cuello y la mandíbula, así como los cambios en la circulación sanguínea, pueden contribuir a que el tinnitus se sienta más fuerte.
Para aliviar estos síntomas, es clave manejar la ansiedad a través de técnicas de respiración, relajación muscular, ejercicio y terapia cognitivo-conductual. En la mayoría de los casos, al reducir la ansiedad, el tinnitus y los mareos también disminuyen.
En muchos casos los acúfenos causados por ansiedad pueden desaparecer o mejorar significativamente una vez que se controlan los niveles de estrés y preocupación.
Cuando el tinnitus es consecuencia de la ansiedad, no suele haber un daño físico en el oído, sino que es el resultado de la hipervigilancia del sistema nervioso y la tensión muscular. Al reducir la ansiedad mediante técnicas de relajación, terapia psicológica o cambios en el estilo de vida, los síntomas relacionados pueden disminuir o incluso desaparecer por completo.
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Reducir la ansiedad es clave para aliviar el tinnitus. Algunas formas de lograrlo incluyen:
El tinnitus suele ser más molesto en ambientes silenciosos. Para reducir su percepción:
Si el tinnitus está asociado con la tensión en el cuello o la mandíbula:
Si el tinnitus persiste, es recomendable consultar a un especialista:
Las palpitaciones en el oído por ansiedad son una manifestación común de la conexión entre el sistema nervioso y la percepción auditiva. Se relacionan con una condición conocida como acúfeno o tinnitus pulsátil, donde la persona escucha un sonido rítmico, similar a los latidos del corazón, en uno o ambos oídos.
El acúfeno pulsátil por ansiedad ocurre cuando una persona percibe un sonido rítmico en el oído, similar a los latidos del corazón, como consecuencia de un episodio de estrés y la ansiedad. Aunque el acúfeno pulsátil suele estar relacionado con problemas vasculares o del oído medio, la ansiedad puede desencadenarlo o hacer que se perciba con mayor intensidad.
Cuando una persona está ansiosa, su cuerpo entra en un estado de alerta que activa el sistema nervioso simpático. Esto provoca un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, lo que a su vez puede generar un flujo sanguíneo más fuerte en los vasos cercanos al oído. Esta circulación acelerada puede percibirse entonces como un latido en los oídos. Además, la ansiedad puede hacer que la persona se vuelva hipersensible a los sonidos internos de su cuerpo, lo que amplifica la percepción del acúfeno pulsátil.
Otro factor es la tensión muscular causada por el estrés. Cuando los músculos del cuello, la mandíbula o la cabeza están rígidos, esta falta de flexibilidad puede afectar la circulación y generar vibraciones que se perciben en el oído.
“Soy una persona que no se despega del móvil nunca, porque además ahora me da la facilidad de que las llamadas entrantes me entran a través de los audífonos”
Empresario jubilado y usuario de audífonos