¿Dolor de oído u otitis? ¿Es seguro probar remedios caseros antes de ir al médico o puede ser riesgoso? ¡Descúbrelo!
Los niños y niñas son especialmente vulnerables a las situaciones que provocan dolor de oídos. Tanto la morfología de sus aparatos auditivos como sus hábitos hacen que los más pequeños estén, por ejemplo, especialmente expuestos a las otitis medias y otras dolencias similares, por ello es necesario saber cómo actuar en caso de necesidad.
Los dolores de oídos son una constante en la salud de los niños y las niñas. El agravamiento de un simple catarro, la humedad de la piscina o la acumulación de cerumen son solo algunas de las fuentes de complicaciones en la salud auditiva infantil. La mayor parte de estas afecciones pueden ser afrontadas de manera sencilla cuando el cuidado es el adecuado y se presta la atención que requieren, pero de no ser así las consecuencias pueden ser graves.
Las causas más habituales del dolor de oídos en la población infantil son los resfriados, los catarros, las gripes y otras afecciones de las vías respiratorias. Sin embargo, las alergias también pueden provocar la inflamación de los conductos auditivos. Otra causa recurrente es la introducción de líquidos. Ya sea durante la ducha o durante el baño, el agua que se introduce en el oído puede derivar en infecciones y dolores. Y finalmente, la introducción de objetos extraños (por ejemplo, de bastoncillos de algodón) que, junto a una limpieza insuficiente, puede provocar la acumulación de cerumen.
La mejor manera de prevenir infecciones y dolores de oídos en los niños es cuidar la higiene auditiva, esto es, promover entre los más pequeños una limpieza habitual sin la introducción de elementos extraños y teniendo cuidado de secar correctamente los oídos después del baño. Igualmente es importante no bajar la guardia ante las infecciones en las vías respiratorias que provocan acumulación de mucosidad. Y, sobre todo, acudir a los médicos especialistas ante cualquier síntoma de problema auditivo, para evitar que éste se agrave por falta del cuidado requerido.