La pericondritis es una inflamación del tejido conectivo conocido como pericondrio, encargado de revestir y nutrir el cartílago de las orejas. Esta afección suele desarrollarse a raíz de traumatismos, perforaciones, cirugías, quemaduras o infecciones en la región auricular. Es más común en personas con un sistema inmunitario debilitado o que padecen trastornos inflamatorios.
Normalmente, cuando se habla de pericondritis se refiere a la inflamación del pericondrio de la oreja, llamado pabellón auricular. Este tipo de inflamación del oído puede asociarse a otros trastornos (como, por ejemplo, la otitis), ya que el pabellón auricular es muy sensible y susceptible ante dermatosis, traumas, picadas de insectos e infecciones. En caso de pericondritis del oído externo, los primeros síntomas en aparecer serán enrojecimiento, dolor, cartílago del oreja hinchado y, en algunos casos, fiebre. Si no se trata adecuadamente, puede provocar deformidades permanentes en el cartílago auricular, como el conocido ‘oído en coliflor’, debido al daño y a la interrupción del flujo de nutrientes al cartílago.
La diferencia entre la pericondritis leve y la grave radica en la intensidad de los síntomas, la extensión de la inflamación y el impacto en el cartílago. La pericondritis leve suele manifestarse con enrojecimiento, hinchazón leve, sensibilidad y dolor moderado, afectando únicamente el tejido superficial del pericondrio sin comprometer significativamente el cartílago. Generalmente, no provoca complicaciones graves si se trata a tiempo, responde bien a antibióticos locales y antiinflamatorios, y rara vez deja secuelas.
Si bien son parecidos en algunos aspectos, la pericondritis y la policondritis no son lo mismo: la policondritis es una enfermedad inflamatoria multisistémica, rara y recurrente, caracterizada por la inflamación del cartílago y con afectación articular, ocular y cardiovascular. Por lo tanto, puede afectar diferentes zonas del cuerpo y tiene una evolución recidivante.
Las causas de la pericondritis pueden ser diversas, y se dividen principalmente en infecciosas y no infecciosas. A continuación, se detallan las causas principales:
En resumen, las infecciones bacterianas y traumas locales son las causas más comunes, pero también pueden influir factores como enfermedades de la piel y condiciones médicas subyacentes.
Los síntomas de la pericondritis pueden variar dependiendo de la gravedad de la afección, pero generalmente incluyen:
Si se presentan estos síntomas, especialmente dolor intenso, fiebre o secreción de pus, es importante buscar atención médica para evitar complicaciones y daños permanentes en el cartílago del oído.
La pericondritis por piercing es una de las causas más comunes de esta inflamación en el oído, especialmente cuando se realiza un piercing en el cartílago de la oreja. El piercing puede ser una vía de entrada para bacterias, que provocan una infección en el pericondrio, el tejido que recubre el cartílago. Esta infección puede causar hinchazón, dolor, enrojecimiento y, en algunos casos, secreción de pus. Como mencionado anteriormente, si no se trata adecuadamente, la infección puede llevar a complicaciones como deformidades en el cartílago, como el "oído en coliflor".
El tratamiento de la pericondritis generalmente depende de la causa subyacente (bacterial, traumática, etc.) y de la gravedad de la afección. Algunos tratamientos comunes incluyen:
Los tratamientos caseros y naturales para la pericondritis pueden ayudar a aliviar algunos síntomas leves, pero siempre debe complementarse con atención médica. Una opción es aplicar compresas frías sobre la zona afectada para reducir la inflamación y el dolor. Mantener el área limpia es esencial para prevenir infecciones, y también se puede usar aceite de árbol de té diluido para sus propiedades antimicrobianas. Un baño con sal de Epsom puede ser útil para disminuir la inflamación, y los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o ibuprofeno, pueden ayudar a controlar el dolor.
Es importante evitar tocar o presionar el oído afectado. Además, el consumo de té de manzanilla o jengibre podría tener efectos antiinflamatorios y calmantes. Sin embargo, es importante recordar que, si los síntomas empeoran o no mejoran, se debe consultar a un médico para evitar complicaciones graves.
Si tienes la oreja pinchada (dolor al tocarla) y roja, hay varias posibles causas. Las más comunes incluyen:
El dolor en la parte externa de la oreja puede ser causado por pericondritis. Esta condición es comúnmente provocada por una infección bacteriana, que generalmente ocurre después de un trauma en el oído, como una lesión (golpe o accidente), una perforación del cartílago (piercing) o una cirugía en la oreja. La pericondritis puede causar dolor, enrojecimiento, hinchazón y, en algunos casos, secreción de pus en la zona afectada.
El dolor en la oreja es uno de los síntomas más comunes de la pericondritis, y tiende a aumentar con la presión o el movimiento de la zona afectada.
Si sospechas que tienes pericondritis, especialmente si el dolor es intenso, está acompañado de fiebre o hay secreción de pus, es importante buscar atención médica. El tratamiento adecuado, que incluye antibióticos o, en algunos casos, drenaje de pus, es crucial para evitar complicaciones graves.