La auriculoterapia es una práctica que hunde sus raíces en la medicina tradicional china y que posteriormente se desarrolló en los años cincuenta gracias a los estudios del neurólogo francés Paul Nogier. Esta técnica se basa en el concepto de que el pabellón auricular es un microsistema que influye en todos los otros órganos y, por lo tanto, al estimular algunos puntos específicos del oído externo, con acupuntura o de otra manera, se pueden aportar beneficios al resto del cuerpo.
Según la auriculoterapia, el pabellón auricular se divide en varias áreas, cada una relacionada con una estructura anatómica específica del cuerpo y con el estado de esta. El mapa de la oreja exterior permitiría resolver problemas como la obesidad, la ansiedad, depresión leve, insomnio, dependencia del humo de cigarrillo, dependencia del alcohol y presencia de dolores crónicos.
La auriculoterapia es conocida también como acupuntura auricular, justamente porque se basa en la técnica de la acupuntura y se concentra solo en la oreja. Desde el punto de vista biológico, la auriculoterapia estimula el sistema nervioso central para que libere neurotransmisores implicados en los procesos de curación celular y hormonas con función analgésica.
La auriculoterapia se usa sobre todo para patologías que cursan con dolor de diferentes tipos, pero es también una técnica médica alternativa para la hipoacusia, los acúfenos y el tínitus.
Una sesión de auriculoterapia comienza siempre por una fase preliminar de amnamnesis e investigación de los motivos que han llevado al paciente a dirigirse a un profesional. La auriculoterapia puede llevarse a cabo con diferentes técnicas: con acupuntura (agujas convencionales o semipermanentes), con microdescargas eléctricas, crioterapia o láser. En el primer caso, las agujas convencionales se permanecen en le lugar elegido de 30 minutos a una hora; por su parte, las agujas semipermanentes se colocan en el lugar establecido y caen después de un periodo de tiempo variable. La técnica de la crioterapia consiste en la inyección de nitrógeno líquido en el punto que tratar, procurando una microquemadura superficial de frío. La electroestimulación y la crioterapia tienen un efecto más prolongado que la acupuntura clásica. Dependiendo de la técnica realizada, es necesario un número variable de sesiones antes de notar una mejoría.
En general, la auriculoterapia es una práctica segura y de bajo riesgo. Las raras contraindicaciones dependen del tipo de instrumento utilizado para estimular el pabellón auricular: la acupuntura está desaconsejada para quien presenta lesiones o abrasiones en los pabellones auriculares (y que, por lo tanto, podría desarrollar infecciones) mientras que las otras técnicas suponen un riesgo para:
Entre los posibles efectos colaterales de la auriculoterapia, encontramos: