El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno al 3%) es una de las soluciones caseras más comunes para ayudar a ablandar y eliminar un tapón de cerumen. El peróxido de hidrógeno actúa suavizando el cerumen, lo que facilita su eliminación o expulsión del canal auditivo.

Cómo usar agua oxigenada para remover un tapón de cerumen:

• Primero, asegúrate de usar agua oxigenada al 3%, que es la concentración adecuada para uso doméstico. Si prefieres una solución más suave, puedes diluirla con agua tibia (en una proporción de 1:1). Sin embargo, generalmente el peróxido de hidrógeno al 3% es suficiente para la mayoría de las personas.

Instrucciones para aplicar agua oxigenada:

• Inclina la cabeza: colócate con el oído afectado hacia arriba para que el líquido entre en el canal auditivo.
• Aplica las gotas: usa un cuentagotas para poner 3-4 gotas de agua oxigenada al 3% en el oído.
• Mantén la cabeza inclinada: quédate con la cabeza inclinada durante 3 a 5 minutos para que el peróxido actúe sobre el cerumen. Es normal escuchar burbujeos durante este intervalo de tiempo.
• Deja que el cerumen se disuelva: pasados esos 3-5 minutos, gira la cabeza sobre una toalla para dejar que el cerumen y el líquido salgan.
• Repite si es necesario: si la cera no se elimina completamente, repite el proceso durante 2-3 días para ablandar más el cerumen y facilitar su expulsión.

Las gotas para ablandar el cerumen están diseñadas para suavizar el cerumen y facilitar su eliminación natural. Puedes encontrar gotas en farmacias o usar alternativas caseras seguras como aceite mineral, glicerina o peróxido de hidrógeno diluido (agua oxigenada al 3%). Estas sustancias ayudan a ablandar el cerumen, haciendo que sea más fácil que el cuerpo lo expulse de forma natural.

Cómo aplicarlas:

• Inclina la cabeza para que el oído afectado quede hacia arriba.
• Aplica las gotas según las instrucciones.
• Mantén la cabeza inclinada durante unos minutos para que las gotas penetren.
• Repite según sea necesario.

Los sprays para tapones de cerumen son una opción útil para ablandar el cerumen y facilitar su eliminación. Estos productos están formulados para disolver el cerumen acumulado de forma suave y ayudar a que se elimine naturalmente del canal auditivo. Por lo general, estos sprays contienen ingredientes como peróxido de hidrógeno, aceites minerales o agua salina.

Cómo usar el spray para cerumen:

• Lee las instrucciones: siempre revisa las indicaciones del fabricante para asegurarte de usar el producto correctamente.
• Posición correcta: inclina la cabeza con el oído afectado hacia arriba. Esto permitirá que el spray fluya bien en el canal auditivo.

Aplicación del spray:

• Coloca el aplicador del spray en la entrada del canal auditivo (sin introducirlo dentro del oído).
• Rocía el producto dentro del oído, siguiendo las recomendaciones del fabricante (normalmente se recomienda aplicar de 1 a 3 pulverizaciones).
• Mantén la cabeza inclinada: después de aplicar el spray, quédate con la cabeza inclinada durante unos minutos para permitir que el producto actúe y ablande el cerumen.
• Deja que el cerumen salga: al cabo de unos minutos, gira la cabeza para permitir que el cerumen ablandado y el líquido salgan del oído de manera natural.
• Repite si es necesario: si el tapón de cerumen no se elimina después de un solo uso, puedes repetir el proceso durante varios días, según las indicaciones del producto.

El cerumen seco es un tipo de cerumen que, a diferencia del cerumen húmedo, tiene una textura más dura y quebradiza. Este tipo de cerumen se caracteriza por ser de color más claro y menos grasoso, generalmente amarillento o gris, y se encuentra en personas que producen cerumen menos grasoso.

El cerumen seco se forma debido a diferencias genéticas en la composición de las glándulas ceruminosas. Las personas con cerumen seco suelen tener glándulas que producen menos secreciones grasas, lo que resulta en un cerumen más seco y menos pegajoso.

A pesar de su textura más dura, el cerumen seco también cumple con las funciones protectoras propias del cerumen, como atrapar partículas extrañas y proteger el canal auditivo. Sin embargo, si se acumula demasiado, puede generar molestias, como picazón o una sensación de oído tapado.

El cerumen negruzco es una variante del cerumen que adquiere un color oscuro debido a diversos factores. Generalmente, no es grave, pero puede generar preocupación. Las causas que explican su aparición incluyen la acumulación de cerumen viejo, que se oscurece al mezclarse con polvo y desechos; la presencia de sangre seca por una pequeña lesión en el oído; la exposición a ambientes polvorientos; la oxidación por el contacto con el aire; infecciones o hongos que alteran su color, y también características individuales de algunas personas. 

Aunque el cerumen negruzco no suele ser preocupante, se debe consultar a un médico si se presenta dolor, pérdida de audición, secreción maloliente, picazón, mareos o zumbidos persistentes.

El cerumen blanco en el oído puede ser una variación natural del cerumen, que suele tener una textura más seca y un color más claro en comparación con el cerumen típico de tono amarillo o marrón. Este tipo de cerumen blanco puede ser causado por varios factores, y generalmente no debe ser motivo de preocupación.

Algunas de las causas incluyen:

• Tipo de cerumen: algunas personas tienden a producir cerumen más seco y blanco, debido a características genéticas. Estas personas suelen tener glándulas ceruminosas que secretan menos grasa, lo que da lugar a un cerumen más seco y quebradizo.
• Acumulación reciente de cerumen: el cerumen recién producido puede ser blanco o claro. A medida que envejece y se mezcla con otros elementos en el canal auditivo, su color puede cambiar a tonos más oscuros.
• Deshidratación o ambiente seco: si el aire es muy seco o si hay falta de humedad, el cerumen puede secarse rápidamente y adquirir un color más blanco.

Como hemos señalado, en general, el cerumen blanco no suele ser un problema. Sin embargo, si se acumula en exceso, puede generar molestias como picazón, sensación de obstrucción o dificultad auditiva. Si notas síntomas como dolor, secreción maloliente, pérdida de audición o irritación, es recomendable consultar a un médico para asegurar que no haya una infección o problema subyacente.