El dolor de oídos y el dolor de cabeza a menudo aparecen juntos. La explicación es bastante sencilla, de tipo anatómico: los oídos, la nariz y la garganta están conectados, y, si se produce cualquier tipo de trastorno, las infecciones pueden afectar a los diferentes órganos. También irritan los nervios faciales y de la cabeza y, como consecuencia, provocan dolor de cabeza o migraña.
El dolor de oído puede provocar dolor de cabeza, sobre todo en caso de presión sinusal o infección vírica en el oído y la garganta. Como hemos indicado dicho, los oídos, la nariz y la garganta están conectados y rodeados de las cavidades sinusales en los pómulos, en el centro de la frente, entre los ojos y en la nariz. En caso de sinusitis, se llenan de moco, lo que puede provocar dolor de cabeza. A su vez, el moco puede depositarse en el oído medio y generar una infección también en este órgano, que provocaría dolor de cabeza o migraña.
En caso de molestias o dolores en el oído, sobre todo si se irradian también a la cabeza, es conveniente dirigirse al médico para actuar con celeridad.
La mastoiditis es una inflamación patológica, síntoma de un proceso infeccioso, agudo y crónico, a cargo del mastoides o de las células mastoideas. Entre los síntomas principales, dolor auricular intenso, pulsante y persistente, dolor de cabeza, disminución del oído y fiebre. En algunos casos, se pueden presentar también secreciones en el oído e hinchazón detrás de este.
Normalmente es consecuencia de una otitis media mal tratada o para la que no se ha recibido ninguna atención. Una vez identificada, se puede intervenir rápidamente, para evitar complicaciones muy graves.
Las molestias temporomandibulares están estrechamente relacionadas con el dolor de cabeza y el de oídos. Entre los síntomas principales, sensación de taponamiento de los oídos, otalgia, acúfenos, vértigos y, a veces, hipoacusia y prurito. Los odontólogos trabajan en estrecho contacto con los otorrinolaringólogos para diagnosticar y gestionar de manera correcta cualquier síntoma del oído.
La cercanía de las estructura de la cabeza y el cuello y el hecho que estas dos partes del cuerpo compartan una compleja red de nervios es, sin duda, uno de los motivos principales de la irradiación del dolor.
El dolor de muela que se irradia al oído y a la cabeza es común debido a la conexión de nervios en estas áreas. Una causa frecuente es la infección dental (como un absceso), que puede inflamar los tejidos y afectar los nervios cercanos, provocando dolor referido en el oído y la cabeza. Los problemas de muelas del juicio, especialmente cuando están impactadas o infectadas, también pueden generar esta combinación de síntomas.
Otra posible causa es el bruxismo (rechinar o apretar los dientes), que ejerce presión sobre la mandíbula, lo que afecta la articulación temporomandibular (ATM). Esto puede provocar dolor en la mandíbula, oído y cabeza, junto con sensibilidad dental. También puede estar relacionado con una caries profunda o una pulpa dental inflamada, que afecta los nervios cercanos, irradiando dolor hacia otras zonas.
El aparato oral y el aparato auditivo conviven en una relación mutua de toma y daca.
En algunos casos, se puede notar dolor de cabeza en el lado derecho acompañado de un dolor en el oído. Puede estar causado por una infección en el oído (con dolor que se propaga en toda la región y se extiende también a la cabeza), migraña, pero también por un golpe de aire. Se puede presentar como un dolor agudo y persistente, con una duración variable que alterna picos intensos con momentos de simple molestia, o como un dolor más leve que normalmente se prolonga durante más tiempo.
Para conocer la causa, es conveniente dirigirse a un especialista en otorrinolaringología.
Las personas puede sufrir dolor de cabeza en el lado izquierdo de la cabeza, ya que no siempre esta molestia afecta a toda la región. Las causas son muy variadas, y entre las principales destacan la migraña (con y sin aura), la neuralgia del trigémino, la cefalea en racimos, las infecciones, las cervicales, pero también el cansancio; también puede estar acompañado con náuseas, molestias visuales y dolor de oídos. Normalmente no es una molestia preocupante ya que acostumbra a durar pocas horas; si se prolonga, se aconseja consultar con el médico para conocer la causa.
No tomar alcohol, café, embutidos y quesos, beber más agua y también descansar pueden ayudar a aliviar el dolor, así como limitar la exposición a la luz o alejarse de las pantallas.
Como para el lado derecho, a veces el dolor de cabeza puede presentarse solo en el lado izquierdo acompañado de dolor de oídos. Las causas son las mismas, esto es: infección de oídos, con dolor que se extiende también a la cabeza, migraña y también un golpe de aire. Puede ser un dolor agudo o más leve, cuya duración y entidad a menudo varían dependiendo del caso.
El médico de confianza o el especialista en otorrinolaringología valorarán todos los síntomas y podrán encontrar la causa que lo genera.
La ansiedad puede estar relacionada con el dolor de cabeza y molestias en los oídos debido a la tensión física y emocional que genera en el cuerpo. Durante episodios de ansiedad, es común que los músculos del cuello, la mandíbula y la cabeza se tensen, lo que puede desencadenar dolores de cabeza por tensión. Esta misma tensión puede afectar la articulación temporomandibular (ATM), generando molestias en los oídos o incluso una sensación de presión o zumbidos (tinnitus).
Además, la ansiedad puede aumentar la percepción de síntomas físicos, haciendo que incluso ligeras molestias en los oídos o la cabeza se sientan más intensas. En algunos casos, las alteraciones en el flujo sanguíneo provocadas por la ansiedad pueden contribuir a sensaciones de mareo, presión en los oídos o dolor de cabeza. Si estos síntomas son frecuentes, es importante abordar tanto la ansiedad como las molestias físicas con un profesional de la salud.
La combinación de congestión nasal, dolor de oídos y dolor de cabeza suele estar relacionada con afecciones que afectan las vías respiratorias y los oídos. Una causa común es la sinusitis, donde la inflamación de los senos paranasales genera presión en la frente, los pómulos y alrededor de los ojos, lo que puede extenderse a los oídos debido al bloqueo de las trompas de Eustaquio, causando una sensación de presión o dolor en el oído.
Los resfriados o alergias también pueden provocar inflamación en la nariz y los senos paranasales, lo que bloquea el drenaje normal y genera acumulación de moco. Esto puede dar lugar a presión en la cabeza y los oídos, acompañada de dolor. En algunos casos, las infecciones de oído (otitis media) pueden desarrollarse como una complicación de la congestión nasal prolongada.
Los tratamientos para aliviar el dolor de cabeza o el de oídos dependen obviamente de la causa que los generan. En cualquier, en general puede ayudar:
En caso de dolor de cabeza y de oídos, algunas buenas prácticas caseras pueden ayudar, como, por ejemplo, descansar, tomar bebidas tibias, también en forma de caldo, o hidratarse más, así como aplicar aceites esenciales de eucalipto y menta piperita en las sienes.
Todas estas son prácticas de automedicación, que pueden ayudar y aliviar el dolor pero no sustituyen la consulta médica, sobre todo si los síntomas empeoran.
El tratamiento del dolor de oído y cabeza en adultos depende de la causa subyacente. Si el dolor es producto de una infección, como una otitis media o sinusitis, el médico puede recetar antibióticos para combatir la infección bacteriana o antivirales si es causada por un virus. Para aliviar el dolor, se recomiendan analgésicos de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol, y, en casos de inflamación severa, pueden indicarse medicamentos antiinflamatorios más fuertes. En situaciones relacionadas con problemas de la articulación temporomandibular (ATM) o tensión muscular, se pueden utilizar compresas calientes, ejercicios de relajación muscular o fisioterapia. Además, los descongestionantes nasales o antihistamínicos son útiles si el dolor está asociado con alergias o congestión nasal.
En niños, el dolor de oído y cabeza suele estar relacionado con infecciones, como la otitis media, que es frecuente en esta edad debido a la inmadurez de las trompas de Eustaquio. En estos casos, el pediatra puede recomendar analgésicos infantiles, como ibuprofeno o paracetamol, para aliviar el dolor y reducir la fiebre si está presente. Si se confirma una infección bacteriana, se recetan antibióticos específicos. Para aliviar la presión en los oídos causada por congestión, se pueden utilizar sueros fisiológicos o aerosoles nasales adaptados a niños, siempre bajo supervisión médica. Es importante evitar el uso de medicamentos no indicados para la edad del niño y, si los síntomas persisten o empeoran, consultar al médico.
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