Con la acumulación de catarro en el tracto respiratorio superior, una condición que ocurre incluso en el caso de un simple resfriado, es posible que la membrana mucosa de la cavidad nasal y de la faringe, así como la apertura de la trompa de Eustaquio, estén sujetas a inflamación. En este caso, hablamos de resfriados y otitis catarral. Para evitar complicaciones desagradables, es imperativo que evite sonarse la nariz con demasiada violencia. Así, de hecho, se dificulta la entrada en la cavidad timpánica de virus y bacterias que podrían inflamar las mucosas, provocando el cierre parcial o total de la abertura que conecta con la trompa de Eustaquio y dificultando la ventilación de la cavidad timpánica. Este es el proceso que está en el origen de la pérdida auditiva después de un resfriado.

La pérdida de audición después de un resfriado o como resultado de una otitis catarral es una ocurrencia bastante común, destinada a volver a los parámetros normales en aproximadamente dos semanas. Sin embargo, es aconsejable acudir a un otorrinolaringólogo que, tras un cuidadoso examen, podrá prescribir una terapia adecuada, generalmente a base de antibióticos y / o cortisona. Incluso la homeopatía, con sus remedios naturales, puede ayudar en caso de pérdida auditiva después de un resfriado. El uso de Pulsatilla, aplicada directamente en el sitio, especialmente cuando la oreja está enrojecida e hinchada, puede ser muy eficaz. Silicea y Chamomilla realizan una acción muy similar a Pulsatilla, caracterizada también por una función analgésica.