En la mayoría de los casos, los bultos o bolitas detrás de las orejas son inofensivos. Pueden indicar la necesidad de medicación, como en el caso de una infección, pero rara vez son un signo de un problema peligroso o potencialmente mortal.
Muchas infecciones bacterianas y virales pueden causar hinchazón en y alrededor de tu cuello y cara. Dos de estas infecciones son la faringitis estreptocócica y la mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr). Otras infecciones también pueden causar hinchazón y bultos y incluyen:
Un absceso se desarrolla cuando el tejido o las células de un área del cuerpo se infectan. Tu cuerpo responde a la infección tratando de eliminar las bacterias o virus invasores. Para combatir las bacterias, tu cuerpo envía glóbulos blancos a las áreas infectadas.
Estos glóbulos blancos comienzan a acumularse en la ubicación dañada y, como resultado, comienza a desarrollarse pus. El pus es un producto espeso similar a un líquido que se desarrolla a partir de glóbulos blancos muertos, tejidos, bacterias y otras sustancias invasoras. Los abscesos suelen ser dolorosos y calientes al tacto.
Se encuentra en la región de la mandíbula, justo al lado de la oreja. Puede estar asociado con estructuras como los ganglios linfáticos y las glándulas salivales o problemas dentales. Los ganglios linfáticos inflamados suelen deberse a infecciones de garganta, oído o dientes, y pueden causar bultos dolorosos y temporales. Las glándulas salivales, especialmente la parótida, también pueden desarrollar problemas como cálculos o infecciones (como las paperas), que generan hinchazón en esa área.
Asimismo, infecciones dentales, como un absceso, pueden causar bultos dolorosos cerca de la mandíbula. Otras posibles causas incluyen quistes, lipomas o incluso tumores, aunque estos últimos son menos comunes.
Los bultos en el canal auditivo pueden ser especialmente molestos. Uno de ellos es la exostosis, un crecimiento óseo que suele aparecer por la exposición frecuente al agua fría, conocido como "oído del surfista".
Asimismo, en el oído medio, el colesteatoma, un crecimiento anormal de piel detrás del tímpano, puede surgir como resultado de infecciones recurrentes o problemas con el drenaje en el tubo de Eustaquio. Este tipo de bulto puede aumentar de tamaño con el tiempo y dañar los huesos delicados del oído medio, lo que puede llevar a la pérdida de audición.
Aunque la mayoría de los bultos detrás de la oreja son completamente inofensivos y desaparecerán en unas pocas semanas sin tratamiento, debes consultar a un médico si ocurre lo siguiente:
Tu médico generalmente diagnosticará el bulto mediante un simple examen y le recetará un tratamiento como antibióticos si es necesario. Ocasionalmente, un bulto puede requerir más investigación o se pueden realizar pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas.
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El tratamiento depende de la causa del bulto detrás de la oreja:
Aunque un bulto detrás de la oreja es a menudo benigno y relacionado con infecciones, puede ser motivo de preocupación, especialmente si se asocia con ciertas características o síntomas que podrían indicar un proceso maligno, como el cáncer. Algunas situaciones específicas en las que un bulto detrás de la oreja podría ser canceroso:
1. Persistencia del Bulto:
2. Cambio en el Tamaño o la Forma:
3. Consistencia y Textura:
4. Síntomas Asociados:
5. Ubicación del Bulto:
6. Historial Médico:
7. Biopsia o Exámenes Médicos:
Si experimentas un bulto detrás de la oreja que tiene alguna de las características mencionadas o que genera preocupación, es fundamental consultar a un profesional de la salud. La detección temprana es clave en el tratamiento del cáncer, y un diagnóstico adecuado puede ayudar a determinar la causa del bulto y el tratamiento necesario.
La presencia de bultos detrás de la oreja y en el cuello puede estar relacionada con el estrés, aunque es importante considerar otras causas también. El estrés puede provocar tensión muscular, lo que puede manifestarse como bultos o nudos en la musculatura del cuello y la zona alrededor de la oreja. Esta tensión a menudo se acompaña de rigidez y dolor, generando molestias en estas áreas.
Además, el estrés puede afectar el sistema inmunológico y contribuir a la inflamación de los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos pueden inflamarse debido a infecciones o condiciones inflamatorias, lo que resulta en bultos en el cuello y detrás de la oreja. Las infecciones, como las de oído o de las vías respiratorias, también pueden causar la inflamación de los ganglios linfáticos cervicales.
En algunos casos, el estrés puede contribuir a hábitos como el rechinamiento de dientes o la tensión en la mandíbula, lo que también puede generar bultos o malestar en la región de la mandíbula y detrás de la oreja
Para quitar un bulto alrededor de un piercing en la oreja, es importante primero identificar la causa, que puede ser infección, irritación, quistes o tensión muscular.
Comienza por limpiar el área afectada con una solución salina, evitando el uso de alcohol o peróxido de hidrógeno, que pueden irritar la piel. Aplica compresas tibias durante 10-15 minutos varias veces al día para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Es fundamental no manipular el arete, ya que esto puede empeorar la irritación. Si sospechas de una reacción alérgica, considera cambiar a aretes hipoalergénicos, como los de acero inoxidable o titanio.
Si observas signos de infección, como pus o enrojecimiento, consulta a un médico, quien puede recetarte antibióticos orales o tópicos. Además, los analgésicos antiinflamatorios pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
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