En la mayoría de los casos, los bultos o bolitas detrás de las orejas son inofensivos. Pueden indicar la necesidad de medicación, como en el caso de una infección, pero rara vez son un signo de un problema peligroso o potencialmente mortal.
Muchas infecciones bacterianas y virales pueden causar hinchazón en y alrededor de tu cuello y cara. Dos de estas infecciones son la faringitis estreptocócica y la mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr). Otras infecciones también pueden causar hinchazón y bultos y incluyen:
Un absceso se desarrolla cuando el tejido o las células de un área del cuerpo se infectan. Tu cuerpo responde a la infección tratando de eliminar las bacterias o virus invasores. Para combatir las bacterias, tu cuerpo envía glóbulos blancos a las áreas infectadas.
Estos glóbulos blancos comienzan a acumularse en la ubicación dañada y, como resultado, comienza a desarrollarse pus. El pus es un producto espeso similar a un líquido que se desarrolla a partir de glóbulos blancos muertos, tejidos, bacterias y otras sustancias invasoras. Los abscesos suelen ser dolorosos y calientes al tacto.
Aunque la mayoría de los bultos detrás de la oreja son completamente inofensivos y desaparecerán en unas pocas semanas sin tratamiento, debes consultar a un médico si ocurre lo siguiente:
Tu médico generalmente diagnosticará el bulto mediante un simple examen y le recetará un tratamiento como antibióticos si es necesario. Ocasionalmente, un bulto puede requerir más investigación o se pueden realizar pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas.
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El tratamiento depende de la causa del bulto detrás de la oreja:
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